DEFINICION:
La parálisis cerebral es un padecimiento caracterizado por la
dificultad para poder controlar completamente las funciones del sistema motor. Esto puede incluir
espasmos o rigidez en los músculos, movimientos involuntarios, y/o trastornos en la postura o
movilidad del cuerpo.
La parálisis cerebral no es una enfermedad, no es contagiosa y no es
progresiva. Es una situación causada por una lesión del cerebro y no de los músculos.
Esta lesión puede producirse antes, durante o después del nacimiento.
Aproximadamente 2 de cada mil personas nacen con parálisis cerebral más o menos
acentuada; en el caso de bebés prematuros o de bajo peso, esta cifra aumenta a
10 de cada 1000 nacimientos.
La parálisis cerebral no es
producida por una sola causa, más bien, es un grupo de trastornos relacionados entre sí,
que tiene causas diferentes. Cuando los
médicos tratan de descubrir la causa de la parálisis cerebral en un niño en particular, ellos observan el tipo
de parálisis cerebral, el historial médico de la madre y del niño, y el inicio
del trastorno. Además los síntomas son tan diferentes de un niño a otro que la clasificación de un niño como “paralítico cerebral” es de
escasa información para un ulterior
pronóstico, ya que existen casos muy graves y casos muy leves.
La Parálisis cerebral no tiene cura conocida; la intervención médica
aparece como una ayuda. Estos
tratamientos para el desarrollo personal del paciente se introducen en su vida
diaria.
La parálisis cerebral es un término que agrupa un grupo de diferentes condiciones. Hay que
tener en cuenta que no hay dos personas con parálisis cerebral con las mismas
características o el mismo diagnóstico. La Parálisis cerebral esta dividida en cuatro tipos,
que describen los problemas de movilidad que presentan.
TIPOS DE PARALISIS CEREBRAL:
Se pueden establecer las
siguientes clasificaciones,
si bien es común que las
afecciones cerebrales se
produzcan de forma conjunta.
Según la localización de la lesión
cerebral:
Lesión
de la Corteza Cerebral (Haz Piramidal): es el grupo más grande afectando
aproximadamente al 75 % de los enfermos. Se denomina ESPASTICIDAD, y se caracteriza por la rigidez de movimientos y la incapacidad de mover los músculos.
Lesión de los Ganglios Basales (Haz Extrapiramidal): cerca del 10 % de los
afectados sufren este tipo de P.C. el
enfermo presenta movimientos
involuntarios frecuentes, ATETÓSICOS,
interfiriendo con los movimientos normales del
cuerpo. Se producen por lo común, movimientos de contorsión de las extremidades,
de la cara y la lengua, gestos,
muecas y torpeza al hablar. Las afecciones en la audición son bastante comunes en este
grupo, que interfieren con el desarrollo del lenguaje.
Lesión
del Cerebelo: Es relativamente rara el enfermo padece mal
equilibrio corporal y una marcha insegura, y dificultades en la coordinación
y control de las manos y de los
ojos.
Lesión
de más de una parte del cerebro: habitualmente los enfermos padecen afecciones mixtas, por lo que es normal
encontrar casos en los que la afección
cerebral está situada en más de un
lugar, con afecciones mixtas.
Según la afección corporal:
Hemiplejia: Afectación de una de las dos mitades
laterales del cuerpo.
Diplejia: cuando la mitad inferior está más afectada que la superior.
Cuadriplejia: Paralización de los
cuatro miembros
Paraplejia: Afección de los
miembros inferiores.
Monoplejia: Afección de un único
miembro
En función del tono muscular:
Hipotónico: Tono muscular disminuido.
Hipertónico: Tono muscular incrementado.
Otras afecciones médicas
asociadas.
Retraso Mental y problemas de
aprendizaje: funcionamiento intelectual inferior a la media, que tiene
lugar junto a limitaciones asociadas en
dos o más de las siguientes de áreas de habilidades adaptativas: comunicación, cuidado personal,
vida en el hogar, habilidades sociales, utilización de la comunidad, autogobierno, salud y seguridad,
habilidades académicas funcionales, ocio y trabajo.
Epilepsia. Síndrome cerebral crónico caracterizado por crisis
recurrentes debidas a una descarga excesiva
de impulsos nerviosos por las
neuronas.
Problemas de crecimiento.
Afección de la visión y audición.
Sensibilidad y percepción anormal
de la realidad.
Dificultad en la alimentación.
Falta de control de los intestinos, vejiga y problemas para respirar.
TRATAMIENTOS:
La parálisis cerebral no tiene cura, si bien la atención adecuada puede ayudar
a disminuir sus efectos, tanto para la mejora del
sistema motor como para el desarrollo
intelectual con el fin de aumentar el
nivel de comunicación y relación social,
tratando de alcanzar una vida plena.
Los tratamientos suelen basarse en cuatro
puntos básicos.
1.
Fisioterapia.
2.
Terapia ocupacional.
3.
Logopedia.
4.
Psicoterapia Familiar.
En el aspecto farmacológico los
relajantes musculares y anticonvulsionantes permiten reducir temblores y
disminuir las convulsiones.
Quirúrgicamente en ocasiones se hace imprescindible liberar contracturas
así como controlar el reflujo gastroesofágico y colocación de tubos de alimentación.
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Afrontando
la parálisis cerebral…
Adaptarse
a la parálisis cerebral es
adaptarse a una nueva situación, el afectado y sus familiares deben asumir que
se encuentran ante una nueva realidad. En este estudio pretendemos establecer las fases
que los familiares de una persona con parálisis cerebral afrontan.
Es
habitual que, como en todo duelo se produzcan una serie de fases o escalones
que los familiares y personas cercanas deben superar. Aunque nadie asume los
cambios de
la misma forma, estas etapas se producen en casi todos los casos y debe
ser superadas para llegar a estar en condiciones de ayudar al afectado por la parálisis,
esta guía puede ayudar a adaptarse a la nueva realidad.
Estas
etapas se dividen en dos partes fundamentales, las
primeras dos etapas: expectación y miedo, son pasajeras y frente a ellas lo más
que puede hacerse es asumir que estamos ante una situación temporal, en el
resto de etapas si puede realizarse tomarse una actitud activa para superarlas, que
iremos comentando en este estudio.
Podemos
resumirlas
en las
siguientes etapas:
Al
recibir la noticia de que
nuestro hijo
o familiar tiene parálisis cerebral,
los progenitores
suelen no tener capacidad de entender la situación por la
que pasan, desconocen de qué se trata, nada parece real, se sienten espectadores.
Esta
situación responde
a una defensa psicológica ante un peligro de
dolor psíquico
y confusión intolerables.
Es un escape natural y temporal, que amortigua el impacto inmediato y ayuda a ir asimilando la
realidad.
Pues aún cuando haya una comprensión de la realidad, el
proceso emocional
es muy lento y puede durar días o meses.
Se
trata de una situación de negación, la idea de que se trata de un sueño del que se
va a despertar y todo volverá a ser como antes. el paso de los días elimina esta situación, aunque
es recomendable el apoyo de terceras personas, el afectado no puede hacer mucho
por superar este paso.
II
Etapa del Miedo : El afectado no puede pensar en la realidad, está
paralizado
por el miedo, miedo a toda la situación, a no poder asumirla, a cómo
va a ser la vida
a partir de este momento, pese a recibir apoyo de otras personas se siente solo
e incapaz, vacío, desamparado.
Esta
situación de pánico es normal, sucede en casi todas las
ocasiones y
la persona que lo padece debe ser consciente de ello, se trata de una
sensación pasajera pero complicada de manejar.
Se
caracterizar por la sensación de pérdida de control sobre el
presente y el futuro, sin posibilidad de solución. La persona
que lo sufre se siente desamparada, desolada y sin posibilidad de ser ayudado. El mejor
apoyo en estos casos es hacer comprender a la persona en esta situación que es normal que esta etapa pasajera
se sufra, y que el dolor por complicado que sea debe ser superado.
El
apoyo de amigos y familiares debe dirigirse a transmitir la sensación
de que no se está solo.
Es
recomendable que las personas cercanas busquen y suministren
información sobre personas y centros de ayuda, aunque es una etapa que
hay que madurar internamente saber que existen asociaciones, abogados, médicos,
ayudas, etc. servirá de gran ayuda al afectado.
III
Etapa Sentimiento de Culpa: Superado o mantenido el estado
de miedo, es habitual que los padres y familiares del afectado hagan
un análisis de sus propios actos buscando cómo culparse por la situación. Se
trata de un autocastigo que parece provenir de la idea subconsciente de que puede corregirse
la realidad si sufrimos por lo ocurrido.
Muchas
veces resulta sorprendente lo compleja que llega a ser la argumentación del familiar
buscando ser uno mismo el culpable de la situación:
-
Debía haber insistido más en que tuviese precaución en la
carretera.
-
Es mi cuerpo
el responsable de la situación de mi hijo.
-
Tenía
que haber ido a otra clínica a dar a luz.
La
sensación
de pérdida de oportunidad causada por uno mismo que distorsiona la realidad y no permite
ver cuales han sido las causas reales (mala atención en un
parto, responsabilidad en un accidente de circulación) y poder analizarlas con serenidad.
Esta
situación
puede durar mucho tiempo y la mejor forma de superarlo es la
comunicación, con personas de nuestro entorno y sobre todo con otras personas que estén en la misma
situación que nosotros.
Desde
paralisiscerebral.com siempre recomendamos la visita a asociaciones especializadas en parálisis
cerebral para conocer a personas con nuestra misma situación, es en esta
fase de culpa quizá cuando más necesitemos hablar, y desahogarnos con
personas que viven o han vivido situaciones como la nuestra, no evitará el paso por
esta fase pero ayuda a una superación mucho más rápida.
En esta fase
la persona afectada puede comenzar a asumir la nueva realidad a través de
actos propios, aunque la ayuda de terceras personas es vital, este puede ser el momento para
empezar a coger las riendas de nuestra nueva vida: hacer una consulta
al abogado que analice las causas, acudir a pedir información a una asociación,
ayudará a eliminar
esta inútil sensación
de responsabilidad.
Los
familiares que llevan tiempo afrontando la parálisis cerebral pueden con
su experiencia
ser de gran ayuda a personas que comienzan en esta situación y sin duda ayudarán a asumir
la situación con más celeridad.
Comentar
nuestras sensaciones,
nuestra impotencia
para asumir
el problema, nuestras dudas sobre si iniciar acciones judiciales o
investigar si ha existido responsabilidad en la causa de la parálisis con otras
personas, es algo muy recomendable en esta situación.
Incluso,
por qué no
decirlo, oír los argumentos absurdos que todos utilizamos para
castigarnos
por de lo ocurrido sirve para darnos cuenta de lo poco que sirve el sentimiento de
culpa.
Al
mismo tiempo comprender que nuestro duelo no es
único, que muchas personas al año pasan por él (cerca de 1500 niños sufren parálisis
cerebral en el nacimiento cada año en España)
permite asumir antes la situación.
El final de
esta fase se acelera en el momento en que la persona se ve capaz de expresar sentimientos y
tomar decisiones que antes era incapaz (como tomar la decisión de acudir a un
abogado o un perito para que le analicen si su caso es o no fruto
de un error médico) se trata de una fase normal que inicia la salida de la depresión y el familiar
comienza
a asumir la situación.
Entender y
visualizar estos síntomas ayudan a los familiares y afectados
a agrupar fuerzas para enfrentarse por primera vez a la situación
IV Etapa de Negación: Pese a haber contactado con otras personas,
haber leído
casos
en los
testimonios y foros, haber consultado a abogados incluso haber
iniciado un
procedimiento, el familiar
suele
verse sin fuerzas para continuar y asumir la nueva situación en la que
se encuentra.
Creemos en esta
fase sufrir un daño que nadie antes ha sufrido, aunque
estemos
rodeados de personas que lo han superado y
están dispuestas a ayudarnos, pensamos que los demás no comprenden de la magnitud de nuestra
situación. Nos negamos a dar por finalizada nuestra primera situación de duelo, no queremos asumir
la realidad pese a haberla comprendido.
En
esta etapa es conveniente que las personas
cercanas pregunten y se preocupen por la situación, que no se cree
una realidad ficticia de silencio alrededor del afectado y familiares ya que esto ayuda al
doliente
a encerrarse aún más en la sensación de no ser comprendido.
Los amigos y familiares deben aportar sobre todo comprensión,
no silencio, preocuparse por cuales son los planes de futuro (si conocen
alguna asociación de parálisis
cerebral, qué tipo de tratamiento se va a dar, si han ido ya a un
abogado, cuántas
visitas deben
realizar al hospital, si se han pedido ayudas y
subvenciones,
rehabilitación, logopedia…)
Al
mismo tiempo los
familiares y amigos deben suplir la falta de fuerza de las personas
afectadas, procurando suministrarles información sobre todas aquellas cosas que
pueden
ayudarles e insistir en que se preocupen por el futuro propio y de la persona afectada.
V
Etapa de Afirmación: Gradualmente en la mayoría de los casos la situación se va asumiendo y la realidad se comprende con mayor lógica, llegar a esta situación
depende de muchos factores, el apoyo de amigos y familiares, personalidad de cada uno, haber tratado con profesionales que
liberen de tareas a los afectados y les permitan centrarse en el
día a día.
Llegar hasta este
punto puede llevar mucho tiempo incluso puede no alcanzarse nunca.
Insistimos en un punto muy importante, el fin de todo el proceso es llegar a recuperar nuestra vida en una situación nueva, así los familiares de una persona con parálisis
cerebral
una vez
superadas todas las fases deben
seguir siendo ellos mismos, el hermano debe ejercer de hermano, los padres de padres… y
los amigos
y familiares más
lejanos
deben seguir siendo los mismos, en una nueva situación pero en idéntico rol.
Por
eso es importante que desde la etapa más inicial amigos y familiares ayuden y convenzan a los afectados para que
deleguen las
tareas en los
profesionales
correspondientes, así la inscripción en una asociación, en
un colegio, rodearse de médicos y psicólogos especialistas, consultar a un despacho de abogados –en
los casos
de accidentes
de circulación
o negligencia médica- es algo que debe realizarse lo antes
posible, liberando así a los afectados de roles y tareas que no
pueden asumir
en su recuperación.
Reconocer la nueva situación y asumirla es la última fase del
proceso y al
mismo tiempo el inicio de la nueva vida al lado de la parálisis cerebral, prestar ayuda y dejarse ayudar es el
mejor camino
para alcanzar esta meta.
Todos
los estudios sobre superación de una situación como la parálisis cerebral afirman que el
duelo se resuelve mejor si se cuenta con un soporte emocional y social adecuado, si se
cuenta con profesionales y asociaciones
descarguen a los afectados de
preocupaciones,
sintiéndose de esta forma con mayor capacidad para centrarse en la recuperación, y así poder ayudar al afectado.
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